De Objeto a sujeto, lo último de Flavita Banana




  Resulta toda una suerte que en un breve lapso de tiempo hayamos podido disponer en nuestras librerías de dos libros firmados por Flavita Banana: Archivos Estelares (Astiberri 2017) se une en las estanterías a la reciente Las Cosas del Querer (Lumen 2017). Y lo es porque nos encontramos ante una de las creadoras con más personalidad y valía de nuestro humor gráfico. El humor de Flavita pertenece a una categoría especial; es de los que deja poso, de los que te hace pensar tras dejarte con una sonrisa en la boca. Es un humor basado, en buena parte, en la confrontación entre la combinación de la lógica y el menos común de nuestros sentidos (el sentido común) y las construcciones culturales; construcciones que todos los días damos por buenas en nuestras vidas, sin pararnos a reflexionar mínimamente sobre ellas. Flavita cuestiona con su trabajo elementos como el mito del amor romántico, los roles de género, las nuevas formas de comunicación… a través de los sinsentidos a los que nos arrojan todos ellos.

Es un hecho innegable que en los últimos tiempos el mundo editorial ha creado una especie de etiqueta de, llamémosle, “cómic femenino” sin pararse demasiado a reflexionar sobre ella. Es innegable también que la irrupción de la voz de la mujer es uno de los fenómenos más destacables en el cómic y el humor gráfico de las últimas décadas, pero no lo es porque ellas construyan sus obras de una manera netamente diferente (o igual) sino porque nos están mostrando algo que todavía el medio no nos había ofrecido: la construcción de la subjetividad femenina. Y esa subjetividad es la que nos ofrecen las viñetas de Flavita Banana a raudales: “todo lo que hago mal es porque soy Flavia, no porque soy mujer” podemos leer en una de las páginas del libro.

Cierto es que suelen ser mujeres las protagonistas de las viñetas de Flavita, pero no lo es menos que en muchas de ellas el resultado sería equiparable con un protagonismo masculino. Aunque estemos ante una voz femenina, que habla mayoritariamente a través de mujeres, una parte interesante de esa subjetividad es la reflexión sobre aquello que nos une. Porque una parte igual de importante para combatir la desigualdad como es el señalar el trato diferencial, también lo es esa reflexión sobre los elementos que nos hacen no tan distintos.

En el apartado gráfico el trabajo de Flavita es a la par tan esquemático como contundente. La autora nos ofrece una lección de cómo la aparente simplicidad puede resultar igual de vigorosa y expresiva, o más si cabe, que el trabajo más elaborado. Personalmente, siempre me ha cautivado el trazo grueso, al que debo confesar que se le echa un poco de menos en estos tiempos de líneas finas y prefectas (en parte debido a la introducción del ordenador). Resulta por ello refrescante encontrarse con ese trazo grueso de los dibujos Flavita, lleno de potencia y veracidad.

 
Posdata. Si me preguntan cuál es mí página favorita de estos Archivos Estelares no sabría decirles. Me debato entre la primera del diablo y la choni, la de la madre que tira a su hijo por un barranco o la de las escobas y las brujas. No termino de decidirme, la verdad.

 

NORMAN FERNÁNDEZ
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